domingo, 27 de junio de 2010

2.3- Diferencia entre Paisaje Natural y Paisaje Turístico.

Ante dos espacios similares y atractivos, inmersos en un entorno natural, el cual ofrece una gran variedad de recursos potenciales, de los cuales sólo un grupo serán factores de atracción turística; puede ocurrir que solo uno de estos dos espacios se transforme en un espacio turístico. Que un espacio se convierta en turístico dependerá del uso y la calidad de estos recursos. Varias pueden ser las cuestiones que faciliten esta particular situación, entre las que podemos mencionar a:

La accesibilidad. Es un factor muy importante para la vida de un destino, ya que se puede tener atractivo, infraestructura y equipamiento, pero si no se puede acceder no funcionará el negocio. El entorno natural podría transformarse en un obstáculo para el desarrollo turístico; por ejemplo para la creación de caminos de acceso, es posible que para realizarlos, estos requieran inversiones muy importantes (grandes puentes, túneles, terraplenes, etc.), y que no justifiquen la magnitud de la obra.

Dominio político administrativo. Es posible que los dos espacios a los que nos referimos, correspondan distritalmente a diferentes dominios administrativos y políticos; puede darse el caso que una de estas administraciones no vea al turismo como una alternativa de desarrollo y simplemente no lo apoye.

Grado de aceptación de la población local. Frente a los cambios que genera la actividad turística, los residentes locales pueden o no estar de acuerdo en adaptarse a ellos, de esto también depende que sea “exitoso” el desarrollo turístico.

Anticentro turístico. Puede darse la situación de que, como se trata de dos espacios de similares características, es decir “ofreciendo lo mismo” dentro del mercado turístico y tratando de posicionarse; uno puede terminar transformándose en el anticentro del otro, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad entre ambos.

Los recursos naturales, especialmente, son factores que, para lograr un buen funcionamiento deben estar conjugados con otros; por ejemplo el relieve debe actuar en conjunto con el clima, que no solo posibilita, sino también puede dificultar o limitar las actividades humanas. Para iniciar una actividad como balneario, no solo se necesita la playa, porque si ésta se encuentra enmarcada en un clima frío o muy ventoso, no es exactamente lo que el turista busca, ya que es una tendencia la búsqueda de climas cálidos conjugados con Sol y Playa. Si utilizamos la montaña como recurso para una estación de esquí, necesitaremos además una cantidad y calidad de nieve determinada para poder desarrollar la actividad, que si los factores climáticos no los brindan, habrá que buscar una forma artificial que puede acarrear altos costos, situación que tal vez no todos los destinos estén preparados para enfrentar.
Que alguno de los dos espacios semejantes adquiera la calidad de turístico dependerá de:
• La atracción que el recurso genere en el turista y de la valoración que estos le otorguen.
• De las decisiones políticas que se adopten en cuanto al destino para su desarrollo.
• De la conciencia de conservación y más que nada de preservación que nazca especialmente de los anfitriones y también de los turistas para que ese recurso pueda existir y seguir creciendo.
• De la legislación que se dicte para el ordenamiento de las actividades y las facilidades y posibilidades de inversión con las que cuente el espacio.
• Del valor faunístico y florístico que un espacio pueda contener, que será interesante conservar con el fin de mantener espacios vírgenes de especies vegetales y también los animales, que ayudan al funcionamiento del medio ambiente y son causa de visitas de grandes flujos.
• Los impactos de las construcciones de infraestructura, puentes, rutas, accesos, hoteles, la gran afluencia de turistas, la mala o nula señalización de senderos o zonas permitidas para visitar, la inadecuada gestión, entre otros; deben ser analizados con sumo cuidado para no destruir el recurso que es la base de la actividad turística.

Los recursos naturales, no son los únicos que determinan la condición turística de los destinos. Existen muchos espacios que han crecido, y lo siguen haciendo gracias a sus recursos culturales, que son tan valiosos como los naturales. Las manifestaciones culturales de los hombres, su idioma, tradiciones, costumbres, la arquitectura, las historias, la idiosincrasia, entre tantas otras obras del hombre, en el marco de una buena gestión, accesibilidad, inversiones, equipamiento, serán determinantes de que un espacio sea turístico y otro no.
Estos recursos, así como la naturaleza los brinda y la humanidad los expone, forman parte de un paisaje natural. Las modificaciones parciales o totales que el hombre haga sobre ellos, más la presentación al mundo a través del marketing generan en los turistas imágenes representativas de cada destino que forman parte o configuran un paisaje turístico. Para un mejor entendimiento expondremos el concepto de paisaje natural y paisaje turístico, y así apreciar las diferencias entre ambos.

Paisaje natural:
Puede ser denominado paisaje natural, a aquel sitio silvestre que no ha sufrido alteraciones de ningún tipo, y debido a su belleza escénica y valor intrínseco es apreciado por el hombre.


Fuente: http://www.senderodepaz.files.wordpress.com/2009/07/imagenesdelmundo.


Paisaje turístico:
Porción de espacio visible a simple vista, que permite al observador, analizar lo que ve y captar las relaciones entre los diferentes componentes del paisaje; la percepción del paisaje se verá influenciada por el estado de ánimo del observador y sus pautas culturales.
Fuente: Complejo Chapelco. Neuquén (ARG).
www.elitours.com/promos/uploaded_images/esqui...

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